No se trata de uno de los carnavales más famosos del mundo, pero este carnaval de Bolivia se celebra de acuerdo con su propia personalidad, ¡y el fiestón del carnaval de Santa Cruz es inolvidable! En parte procesión religiosa, en parte fiesta de baile y en parte batalla con pintura, el carnaval de Santa Cruz es un desmadre de color, sonido y movimiento que a menudo se compara con el de Río por su exuberancia.

Una característica prácticamente única de Bolivia es que los juerguistas se lanzan unos a otros globos llenos de pintura o se rocían con agua y jabón, y, en versión más moderna, con pistolas de agua cargadas con pintura. Durante dos semanas antes del Miércoles de Ceniza, las calles bullen con tropeles de lugareños ataviados con trajes multicolor y vistosas joyas, y extranjeros que bailan en un frenesí salvaje al ritmo de la salsa, la samba o cualquier ritmo que se les toque. ¡Hay que saltar, hay que bailar, hay que divertirse.

La ciudad de Santa Cruz es muy bonita, con ciertos monumentos que datan de la época colonial. Puedes visitar la Basílica de San Lorenzo, por ejemplo. Para resumir, sea cual sea su origen, el carnaval de Santa Cruz es una experiencia fantástica: una mezcla embriagadora de baile, desfiles, carrozas y multitudes festivas que te garantizan que seguirás moviendo los pies al ritmo de la samba cuando las celebraciones terminen.